El Abrazo Frutal
Aunque pueda sonar sorprendente, en lugar de extender las piernas para buscar una mayor conexión, prueba deslizarlas suavemente hacia abajo entre las suyas y apretar las rodillas con ternura. Esto intensificará la sensación, generando una mayor presión en la zona, brindándote una experiencia más placentera. Al inclinar ligeramente tu p3lvis hacia atrás, podrás experimentar una estimulación excepcional en la parte superior de su pubis.
Así es cómo se realiza, paso a paso.
Este enfoque es altamente efectivo ya que promueve la estimulación de la fresita mediante el roce delicado con la pelvis, eliminando la necesidad de intervención manual. Aunque la p3n3trac1on en esta posición puede ser limitada a unos 2,5 centímetros, la satisfacción que ambos experimentarán será considerable.
Misión Jugosa
Una variante del clásico misionero, pero con un toque innovador al incorporar la estimulación de la fresita. En esta posición, ella se recuesta boca arriba mientras él se sitúa encima. Mientras ocurre la p3n3trac1on, ella puede autostimularse la fresita y controlar el ritmo de la p3n3trac1on mediante sus movimientos de cadera. Una elección infalible.
Así es cómo puedes llevar a cabo esta posición.
La Excavadora
Una versión ampliada de la clásica cucharita cóncava, diseñada para quienes disfrutan del placer acompañado de la relajación que brinda el sueño. La «excavadora» permite ocho horas de actividad intermitente y descanso prolongado en un estado de somnolencia. Con movimientos suaves o unos cuantos empujes perezosos durante una noche inquieta, podrás despertar con el deseo renovado de una conexión más profunda. Después de tantas horas de exploración, el último impulso seguramente hará que ambos alcancen lo mejor de sí mismos.
Disfruta al máximo de esta experiencia.
La Postura Generosa
Reservada para los más aventureros, esta posición permite una p3n3trac1on profunda y estimulación total de la fresita, ofreciendo una experiencia gratificante para ambas partes.
Con atención a los detalles, así es cómo puedes llevar a cabo esta posición.
Ella se recuesta boca arriba, eleva sus extremidades inferiores para recibir tus avances y empuja hacia ti. Mientras tanto, tú te arrodillas sosteniendo sus piernas, que reposan sobre tus hombros. Un consejo experto: agrega una almohada debajo de su espalda para mayor comodidad y, por ende, más placer. Experimenta con movimientos cortos y suaves, seguidos de p3n3trac1ones más profundas y completas. A continuación te deje las demás posiciones:
