A largo plazo, la falta de actividad sexual puede tener algunos efectos negativos en la salud sexual y emocional. La falta de sexo puede reducir la producción de hormonas sexuales como la testosterona en los hombres y la progesterona en las mujeres. Esto puede llevar a una disminución del deseo sexual y una disminución de la libido.
Además, la abstinencia sexual puede afectar la salud emocional de una persona. Las personas que no tienen relaciones sexuales pueden sentirse solas y aisladas, lo que puede provocar depresión y ansiedad. La actividad sexual también puede liberar endorfinas, que son químicos que el cuerpo produce para aliviar el dolor y mejorar el estado de ánimo.
En resumen, la falta de relaciones sexuales durante una semana no tiene efectos negativos significativos en el cuerpo humano. Sin embargo, la abstinencia sexual prolongada puede tener algunos efectos a largo plazo en la salud sexual y emocional. Es importante recordar que la actividad sexual es una parte normal y saludable de la vida y que cada persona debe decidir por sí misma cuándo y cómo participar en ella.